Desde octubre no escribo así que al parecer esto es un blog olvidado, pero bueno intentare reavivarlo, debido a que es año nuevo, vida nueva y como dice por ahí uno de esos tantos juegos que juego XD “creo que me han comido los sesos”.
Deje inconclusa la historia de las 99 monedas desde que leí esta historia sentí que era parte de mi reflejo me siento como el paje que le regalan sus monedas siento que no puedo ser feliz que siempre me hace falta algo, siempre decía (aun lo digo) no soy feliz y siento que hasta obtener cierto logro pienso: cuando mi casa este terminada voy a ser feliz, cuando tenga mi coche yo voy a ser feliz hasta que sea millonario, yo voy a ser feliz hasta que me saque la lotería, yo voy a ser feliz hasta que logre esto y así voy dejando pasar el tiempo y esos logro o nunca llegaron o cuando llegaron no me di cuenta que esa no es la felicidad. ¿Y que pasa cuando ya tengo lo que quería?, entonces me sale otra cosa que quiero o necesito y vuelvo a caer en lo mismo de decir, cuando lo tenga seré feliz… pero cuantos de nosotros no decimos lo mismo, a cuantos no nos pasa? Siento como si estuviéramos en un tiempo donde las cosas materiales son más importantes que las que verdaderamente importan siento como si nos pasamos toda la vida buscando la felicidad absoluta, una felicidad de cuentos de hadas muy parecida a la que Disney crea en la mente de los niños, y lo peor de todo esto cuando busque a toda costa algo y no salió como quería, cuando quede frustrada y de paso afecte a los que me rodeaban. Aunque a veces pase por cosas terribles y creí que la felicidad no existía, debí entender que así como la felicidad se compone de momentos, las cosas malas que nos pasan también solo duraran momentos, momentos que pasaran con el trascurrir del tiempo y que depende de nosotros si dejamos que esos malos momentos, nos roben los buenos momentos de felicidad que en esta vida podamos encontrar. Pero la realidad es que la felicidad se compone de momentos, momentos que muchas veces se pierden por creer que la felicidad te la puede dar el dinero, lo material u otro ser humano. Lo importante es vivir día con día saboreando todo lo maravilloso que trae cada día, tus hijos, tu esposa, tu familia, tus seres queridos, la salud que gozas etc...
Para muestra un botón preguntémosle a un multimillonario, a ver si es feliz y nos llevaremos el chasco de que la felicidad no radica en el dinero. Seamos felices con lo que tenemos, contamos y si Dios nos permite la oportunidad de prosperar económicamente tengamos la humildad y sencillez de servir a otros, ayudar a otros a medida de las posibilidades.
Gracias y felicidades a quien allá escrito este relato que me hizo reflexionar.
Dios los bendiga y gracias por sus comentarios.
Cada Año nos fijamos metas y decimos este año si, este año si lo vamos hacer pero bueno no vine a escribir lo que todoooo mundo escribe en su blog: como por ejemplo este año si voy hacer ejercicios, si voy a bajar mis 10, 20 30 kilos que tengo de mas.
