PRESEREN

Una tarde Alex escucho de preseren, el gran poeta esloveno, y comenzó a reflexionar sobre su vida. A los 34 años el había entrado cierta vez en una iglesia y vio a una joven adolescente, Julia Primic, por la que se apasiono perdidamente. Como los antiguos trovadores, le escribió poemas, con la esperanza de casarse con ella.
Resulto que julia era hija de una familia de la alta burguesía y, salvo en aquel encuentro fortuito en la iglesia, preseren nunca consiguió acercársele. Pero aquel encuentro le inspiro sus mejores versos y creo la leyenda en torno a su nombre. En la pequeña plaza central de Ljubljana, la estatua del poeta mantiene los ojos fijos en una dirección: quien siga su mirada descubrirá, del otro lado de la plaza, un rostro de mujer esculpido en la pared de una de las casas. Allí moraba julia. Preseren, incluso después de muerto, contempla por toda la eternidad su amor imposible.
¿y si el hubiera luchado mas?
La tristeza no disminuía, lo que antes le parecía un paraíso-su hogar, el marido a quien amaba, sus hijos comiendo frente a la Tv.- comenzó a transformarse en un infierno. Había usado su amor imposible como una excusa, un pretexto para romper los lazos con la vida que llevaba y que distaba de lo que ella esperaba de si misma.
Doce meses antes la situación había sido otra: se dedico a buscar frenéticamente al hombre distante, gasto fortunas en llamadas nacionales, pero el ya no vivía ahí y fue imposible dar con el, mando correos urgentes, averiguo con amigos (as) de la red que lo conocían, pero nadie tenia la menor idea de lo que había sido de el.
Su marido no se entero de nada y esto la llevaba a la locura: al menos debió hacer una escena, quejarse, amenazar con dejarla en la calle, llego a tener la seguridad de que las telefonistas nacionales, los correos, los amigos habían sido sobornados por el, que fingía indiferencia. Vendió las joyas de la boda y compro un pasaje para el centro del país, hasta que alguien la convenció de que ese lugar es muy inmenso y que de nada servia ir sin tener certeza alguna de a donde llegar.
Una tarde se acostó sufriendo de amor como nunca antes. Se paso aquella noche y todo el día siguiente en su recamara, mas otro y al tercer día su marido llamo a un medico: ¡que bueno era!, ¡cuanta preocupación por ella! ¿seria que no entendía que Alex, trataba de verse con otro, cometer adulterio, cambiar su vida de mujer respetada por la de una simple amante escondida, dejar su casa, sus hijos, para siempre?
Llego el medico. Ella sufrió un ataque de nervios cerro con llave la puerta y solo volvió a abrirla cuando el doctor se había ido. Una semana después no tenia voluntad ni para ir al baño e hizo sus necesidades fisiológicas en la cama. Ya no pensaba: su cabeza estaba ocupada enteramente por los fragmentos de memoria del hombre que- estaba convencida- también la buscaba sin conseguir encontrarla.
El marido irritantemente generoso, cambiaba las sabanas, le pasaba la mano por la cabeza, decía que todo iba a acaba bien. Los hijos no entraban a la recamara desde que ella abofeteo a uno de ellos sin ningún motivo... después se arrodillo, beso sus pies implorando perdón, rasgándose el camisón en pedazos para Mostar su desesperación y arrepentimiento.
Al cabo de otra semana, en que escupió la comida que le ofrecían, entro y salió de esta realidad varias veces, paso noches enteras en vela y días enteros durmiendo, dos hombre entraron a su alcoba sin llamar uno de ellos la inmovilizó mientras el otro le aplicaba una inyección Despertó en un Psiquiátrico.
DEPRESION a veces provocada por los motivos mas triviales.